jueves, 21 de enero de 2010

Megacriometeoros

En la década de los 90 y principios del siglo XXI hubo muchas noticias relacionadas con la caída de trozos de hielo en España y otros países, pero tenemos referencias del mismo fenómeno en el siglo XVII. Un siglo más tarde, en el XVIII, Napoleón reunió a científicos de su país para que investigasen la caída de bloques de hielo. Algunos de los últimos casos aparecidos en España, eran piedras artificiales; o dicho con otras palabras, fabricados a mano para realizar bromas con las que confundir a los científicos.

Al margen de estos hechos puntuales sin ninguna gracia, la prestigiosa revista Science, junto con la American Meteorological Society, realizó un estudio sobre el fenómeno, recogiendo muestras de bloques caídos en más de 15 países. Se descartaron las siguientes causas: no son aguas residuales de aviones (hielo azul); no es hielo de engelamiento o hielo acumulado en las alas de los aviones que se puede desprender; no es hielo de minicometas; no es agua procedente del tanque de aeronaves; y no hay relación con ningún tipo de nubes. Parece ser que se forman en capas superiores de la troposfera, en zonas con temperaturas muy bajas y elevada humedad y fuertes turbulencias, formándose cristales de hielo que se van haciendo más y más grandes hasta llegar a ser conglomerados que, al final, caen por propio peso.

El término megacriometeoro fue acuñado conjuntamente por el investigador Jesús Martínez Frías, del Centro de Astrobiología -una institución mixta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA)- y el climatólogo de la Universidad de Wisconsin-Whitewater (EE UU), David Travis, que lo presentaron oficialmente en un congreso internacional sobre catástrofes medioambientales celebrado en la Universidad Brunel (Reino Unido) en 2002. “Está claro que el hielo de estos conglomerados tienen un origen inequívocamente troposférico”, explica el experto del CSIC, por lo que es erróneo denominarlos aerolitos (fragmentos de materia cósmica que caen sobre la Tierra), como a menudo los definen los medios de comunicación.

Hasta el momento no hay una explicación científica satisfactoria que aclare cómo comienza el proceso de nucleación inicial en estos trozos de hielo, ni cómo van creciendo después o cómo pueden mantenerse en la atmósfera si pesan varios kilos. “Pero el caso es que caen”, dice Martínez Frías. Los expertos consideran que hay que monitorizar y seguir estudiando los "megacriometeoros" de modo multidisciplinar, no sólo por el peligro que representan, sino también porque podrían ser los indicadores de riesgos medioambientales más serios.

Más información:

Web personal de Jesús Martínez-Frías.
Web del Centro de Astrobiología.
Web de la revista Science.
Web de la American Meteorological Society.
Formación del granizo.

sábado, 16 de enero de 2010

Sexo oral en murciélagos


El sexo oral es ampliamente utilizado en los juegos previos humanos y aunque muchos se quejan de no recibirlo con la suficiente frecuencia, la realidad es que, para la mayoría de los animales, es totalmente inexistente. Sólo se ha registrado en los monos bonobos (Pan paniscus) y en un caso anecdótico de un orangután, pero en gran medida como un juego de comportamiento entre los jóvenes varones. Ahora, investigadores del Instituto de Entomología de Guangdong (China) estudiaron al murciélago de la fruta (Cynopterus sphinx) y encontraron que las hembras de murciélago a menudo le practicaban fellatio a su pareja durante la cópula dorsoventral. Curiosamente, no sólo encontraron que era placentero para los machos, sino también que existe una relación positiva entre dicha práctica y la duración del acto sexual.

Los comportamientos sexuales del murciélago apenas han sido registrados por el investigador Min Tan. Para ello capturaron 60 murciélagos salvajes de un parque cercano de Guangdong, clasificados en parejas de distinto sexo, y los filmaron con una cámara nocturna. Veinte de los murciélagos no esperaron mucho y se pusieron a trabajar. Sus hazañas, al igual que les sucede a muchos humanos, han terminado publicadas en la red:


Los investigadores encontraron que, mientras eran penetradas, las murciélagos hembra a menudo se inclinaban a lamer el eje del pene de su compañero durante el acto sexual en sí. Este comportamiento ocurrió en el 70% de los vídeos, por lo que es el único ejemplo conocido de felación “regular” en un animal no-humano. Curiosamente encontraron que en esta práctica sexual, de la que nunca los machos se retiraron, como promedio el acto duró 100 segundos más de los habituales 2 minutos. Haciendo un pequeño cálculo matemático, si los lamidos duraron 20 segundos en promedio, por lo tanto cada segundo de lamido “compró” seis segundos extras de penetración.

¿Qué beneficios tienen estas prácticas sexuales?

El sexo oral es poco frecuente en otros animales. Aparte de los ejemplos mostrados, algunos animales, como los lemures, se lamen los genitales uno al otro para juzgar si están listos para el apareamiento, si bien no hay pruebas de que lo hagan como una parte real del sexo. En cuanto a los otros murciélagos, es muy posible que ellos también practiquen el sexo oral. Sin embargo, debido a sus hábitos nocturnos, estamos en gran medida “a oscuras” sobre su vida sexual.

Los investigadores sugieren algunas de las razones posibles para la curiosa inclinación además del obvio y antropocéntrico “placer que da”. Los penes de los murciélagos contienen tejido eréctil muy similar al nuestro y se vuelve más duro si es estimulado, por lo que las hembras podrían utilizar el sexo oral para prolongar sus encuentros con los machos, para mantener sus erecciones o como lubricante para facilitar la entrada. Min Tan sugiere que esto podría facilitar para los murciélagos el transporte de los espermatozoides hasta el oviducto, lo que sería propicio para la fecundación. También podría ser una forma de acaparar a un compañero, alejándolo de las hembras rivales.

Alternativamente, las propiedades antisépticas de la saliva pueden ayudar a limpiar el pene del macho de las bacterias o de los hongos y prevenir la propagación de enfermedades de transmisión sexual.

Y, por último, el sexo oral puede ayudar a las hembras a marcar con huellas químicas a su compañero para sugerir que es una pareja adecuada. Es usual que las hembras de mamíferos suelan ejercer una elección sobre sus compañeros sexuales después del acto, rechazando el esperma de los machos “inferiores” o alentando a los superiores a desplazarlos. Todas estas explicaciones son sólo hipótesis por el momento, pero todas ellas podrían ser probadas en un futuro no muy lejano...

Referencia: Tan, M., Jones, G., Zhu, G., Ye, J., Hong, T., Zhou, S., Zhang, S., & Zhang, L. (2009). Fellatio by Fruit Bats Prolongs Copulation Time PLoS ONE, 4 (10) DOI: 10.1371/journal.pone.0007595.

Fuente: www.bioblogia.com

miércoles, 6 de enero de 2010

Piedras de decenas de kilos se mueven sin explicación aparente


Uno de los lugares más sorprendentes de Estados Unidos es el Valle de la Muerte. Se encuentra en California y se trata de un lago seco. El valle se encuentra dentro del Parque Nacional que lleva el mismo nombre y que cuenta con una superficie de más de 13.500 kilómetros cuadrados.

La zona tiene unas temperaturas muy elevadas ya que es totalmente desértica y rica en minerales. El valle está rodeado por grandes elevaciones montañosas lo que hace su vista más espectacular. Estas cordilleras son las causantes de que las nubes no descarguen agua en el valle. En 1984 el Valle de la Muerte fue considerado reserva de la biosfera y, unos años más tarde, se le dio la categoría de Parque Nacional, convirtiéndolo así en la mayor zona continental protegida de los Estados Unidos.

En este lago seco que forma el Valle de la Muerte se produce un fenómeno casi paranormal y es que grandes rocas se desplazan por la superficie dejando grandes surcos sin que nadie lo aprecie. Durante décadas, los científicos han teorizado explicaciones plausibles sobre esta anomalía, donde una piedra de varios kilos de peso es capaz de desplazarse varios cientos de metros “por si sola”. Muchos creen que este movimiento se debe al fuerte viento, pero eso no explica que piedras de diferente tamaño y peso se muevan a un ritmo paralelo y en diferentes direcciones. Además, los cálculos físicos tampoco apoyan esta teoría, ya que para que algunas piedras se muevan se necesitarían vientos de velocidades superiores a cientos de kilómetros por hora. El viento puede mover piedras pequeñas pero... ¿cómo mueve algunas de varias decenas de kilos?


Más información: Death Valley National Park (en inglés).
                            Visita virtual (en inglés).

viernes, 1 de enero de 2010

El 2009 se despidió con una rareza astronómica: doble luna llena

Quien se asomó a mirar el cielo esta pasada noche de fin de año fue testigo de un acontecimiento raro relacionado con la Luna. Ésta se mostró grande y redonda por segunda vez en el mismo mes, un fenómeno que ocurre cada 19 años durante la última noche del año.

Esto significa que la Luna, el satélite natural de la Tierra, pasa por su fase de plenilunio o luna llena dos veces en el mismo mes. "No significa que la Luna se encuentre más distante o más brillante. Sólo que es la segunda vez que vemos Luna llena en el mismo mes", explicó el licenciado en astronomía Roberto Venero, secretario de extensión del Observatorio de la Universidad Nacional de La Plata.

Las fases lunares son las diversas formas en que la cara lunar que mira a la Tierra es iluminada por el Sol. Las cuatro más importantes son Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante. Esas fases se repiten para los mismos días del año al cabo de 19 años. Aunque puede suceder que exista una diferencia de 1 ó 2 días, dependiendo del número de años bisiestos en el período y de las perturbaciones sobre la Luna.

La fase de luna llena se produce cuando nuestro planeta se encuentra situado exactamente entre el Sol y la Luna. Acontece cada 29 días y medio y la mayoría de los años tiene 12 lunas llenas.

En promedio, una luna llena extra en un mes se presenta cada dos años y medio. Pero este pasado mes de diciembre de 2009 ha venido con dos lunas llenas. Una de ellas ya se pudo observar el 2 de diciembre pasado, y anoche se vio la segunda.

Los astrónomos recuerdan que hubo una doble luna llena o plenilunio durante mayo de 2007. En tanto, la última doble luna llena que ocurrió en el último día del año se había dado en 1990, y la próxima será en el año 2028.

Fuente: Clarín.