miércoles, 2 de junio de 2010

Contra el maltrato animal en determinadas fiestas españolas

"Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres".

Una vez más ha vuelto a suceder.

Parece que la palabra respeto no existe en el vocabulario de muchos ¿ciudadanos? españoles.

Respeto es el reconocimiento de que algo o alguien tiene valor.

¿Por qué no se respetan a los animales en muchas partes de este país? ¿Acaso no tienen valor?

Vaya por delante mi opinión acerca de esta inhumana, bárbara y atroz agresión contra los derechos de los animales, verdadera lacra que desde épocas pasadas ha llegado hasta nuestros días sin apenas ponerle fin, salvo en muy contadas ocasiones.

En la mañana del pasado domingo se celebró una suelta de vaquillas en el último festejo tras la feria de Alhaurín el Grande, en Málaga. En el encierro, una vaquilla falleció tras ser golpeada por un grupo de jóvenes. A la luz de las imágenes y, según denuncia el Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal y Medioambiental, el animal recibió una brutal agresión.

El siguiente vídeo da fe de ello:

NOTA: Este vídeo puede herir la sensibilidad de las personas.



El Ayuntamiento de la localidad, sin embargo, asegura que la vaquilla murió "como consecuencia de un choque frontal con otra vaquilla".

No es la primera vez que ocurre esto en España ni será la última, desgraciadamente.

Me viene a la mente aquella absurda tradición (repito, absurda para mí) de Manganeses de la Polvorosa, pueblo zamorano, en la cual se lanzaba una cabra desde lo alto del campanario de una iglesia. Digo "se lanzaba" porque, afortunadamente, esta ¿tradición? ya no se celebra desde el año 2000. En la actualidad se lanza una cabra de cartón piedra.

Otro ejemplo de la cruenta y sanguinaria historia para con el mundo animal en sus múltiples tradiciones repartidas por toda la geografía española la encontramos en Coria (Cáceres). En este caso, un toro corre suelto por el recinto amurallado de la ciudad durante horas, recibiendo los impactos de los dardos ("soplillos", unos gruesos alfileres) que le lanzan los vecinos de Coria con sus cerbatanas.

La tortura del animal no para aquí. Cuando su agotamiento y debilidad se va sobreponiendo a sus fuerzas, el toro se acuesta y ese es el momento en el que los mozos le cortan los testículos mientras agoniza. En la versión más moderna se le dispara un tiro. La fiesta data del siglo XVI y está declarada bien de interés turístico.

Otro caso relacionado con el mundo del toro lo encontramos en Tordesillas (Valladolid). Fiesta de origen medieval cuyo ritual empieza con la suelta de un toro bravo cerca de la Plaza Mayor de la Villa. Varias personas montadas a caballo dirigen al toro hacia el campo hasta una zona en la que los vecinos le atacan con lanzas hasta acabar con la vida del animal.

El vencedor del torneo que consigue matar al animal lleva el rabo del toro prendido en su lanza, como símbolo de victoria, regresa a Tordesillas escoltado por decenas de caballistas al son de la dulzaina y el tamboril, por el mismo camino que minutos antes se había conducido al Toro de la Vega.

Por último, os dejo el caso del toro enmaromado de Benavente (Zamora). Esta fiesta es típica de bastantes localidades y regiones de España (Aragón, Navarra, La Rioja, Andalucía, Valencia y, sobre todo, en Castilla y León). También se conocen como "toros ensogados", dado que a los animales se les sujeta por la cabeza para atarles los cuernos y arrastrarlos por las calles. Esta acción les produce a los toros grandes traumatismos y desgarros fatales en los músculos del cuello.

El toro enmaromado de Benavente tiene lugar entre el 9 y el 14 de junio, y sus antecedentes datan del siglo XV. Tiene incluso su propia página web por si alguien está interesado en participar en esta despiadada fiesta que comenzará en unos días...

Lo mismo, en este caso al igual que en Málaga, "el toro muere a consecuencia del choque frontal con otro toro".

Fuente: Euroresidentes.com

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